El pasado 5 de septiembre, presenté una impugnación ante el Tribunal Electoral de la Ciudad de México por la anulación injusta de nuestra elección en Cuauhtémoc. Es importante aclarar que la violencia política de género no puede ser manipulada ni desvirtuada con el propósito de invalidar una votación legítima.

Señalar la corrupción no es violencia política de género. Llamar a una persona por su apellido o exponer actos de enriquecimiento ilícito tampoco lo es. Nuestra campaña siempre ha respetado los principios legales, y la decisión de anular esta elección carece de fundamentos sólidos.

Agradezco el apoyo que he recibido de diversos sectores, incluyendo al propio presidente, quien ha señalado que no hubo fraude ni irregularidades en esta elección. Estoy segura de que la Sala Regional corregirá esta injusticia para que podamos concentrarnos en lo más importante: trabajar por la gente de Cuauhtémoc.

Seguiremos luchando, siempre del lado de la verdad.