Entregamos la primera Tarjeta Violeta 2025: mil mujeres cuidadoras ya cuentan con nuestro apoyo
28 abril 2025
Hoy dimos un paso muy importante en Cuauhtémoc. Encabecé la entrega de la primera ministración de apoyos económicos del programa Tarjeta Violeta 2025, una iniciativa que reconoce y respalda el trabajo de mil mujeres cuidadoras en nuestra demarcación.

“Las mujeres que cuidan en la Cuauhtémoc tendrán también quién las cuide a ellas”, fue lo que dije, convencida de que este programa es apenas el comienzo de un cambio necesario. Cada una de esas mujeres sostiene la vida de niñas, niños, personas adultas mayores y personas con discapacidad. Su trabajo, que por tanto tiempo fue invisible, hoy empieza a ser reconocido como un derecho humano.

Al compartir algunas cifras, quise visibilizar lo que muchas veces no se dice: al menos 2 mil 119 mujeres en Cuauhtémoc realizan jornadas dobles o triples para cuidar niñas y niños sin descanso ni red de apoyo; 479 mujeres cuidan a personas adultas mayores; 629 a adultos con discapacidad; 231 a menores con discapacidad, y 221 mujeres adultas mayores siguen cuidando a nuevas generaciones. Esta es nuestra realidad, y es urgente reconocerla.

Además, compartí con todas y todos que el programa superó nuestras expectativas: más de 2 mil 700 mujeres se registraron para solicitar este apoyo. Frente a esta respuesta tan contundente, asumí el compromiso de gestionar más recursos ante el Congreso de la Ciudad de México, porque no vamos a dejar fuera a ninguna mujer cuidadora.

Pero quiero dejar algo muy claro: la Tarjeta Violeta no es sólo un apoyo económico. Es también un programa que escucha, que entiende, que se pone en los zapatos de quienes cuidan. Porque cuidar es un derecho humano. Así lo establece nuestra Constitución y lo ha reconocido la Suprema Corte de Justicia. El derecho al cuidado incluye tres dimensiones fundamentales: cuidar sin descuidar la propia vida, ser cuidado en situaciones de vulnerabilidad y practicar el autocuidado para sostener también nuestra propia salud física y emocional.

“Las mujeres no nacimos para sacrificarnos, aunque así nos lo enseñaron”, dije frente a todas esas mujeres que nos acompañaron. Y es por ellas que vamos a seguir luchando.

Durante el evento, expliqué que, como parte del programa, llevaremos jornadas de salud física y mental a todas las colonias, atendiendo el abandono que han sufrido muchas cuidadoras. Además, vamos a construir una red de cuidados sólida, de la mano con sociedad civil, Gobierno Central y con una clara defensa legislativa para proteger y ampliar el financiamiento de estos programas.

Me conmovió escuchar testimonios como el de Emma Galicia Olivias, madre cuidadora de un joven con síndrome de Down, quien agradeció este respaldo: “Es un bálsamo que nos va a ayudar a atendernos, a cuidarnos y a darnos un pequeño respiro después de tanto trabajo que no se detiene nunca”, dijo.

O el de Juana Natalia Delgadillo Timoteo, quien reconoció que la Tarjeta Violeta será fundamental para cubrir necesidades médicas y asistenciales: “Es un gran apoyo que no siempre tenemos”.

Hoy reiteré que nuestra causa no es asistencialista, es feminista, justa y profundamente humana. Aquí, en Cuauhtémoc, las mujeres cuidadoras no serán invisibles nunca más.